Cada rincón de Roma tiene una historia para contar. Pasear por esta ciudad es como hacer un viaje en el tiempo, desde los inicios de nuestra civilización hasta nuestros días. No en vano la llaman la “ciudad eterna”, con sus vestigios de época romana, su impresionante coliseo y su increíble arquitectura del barroco en forma de monumentos e iglesias.
Una de las cosas que mas me impactó fue precisamente el recinto del Internazionali BNL d´Italia, en el Foro Itálico de Roma. Un equipamiento deportivo, con todas las comodidades modernas pero enmarcado en un entorno clásico, con esculturas gigantes de mármol y en medio de un bosque del típico pino mediterráneo.
Y si de arquitectura barroca hablamos, nada más impactante que la Basílica de San Pedro, ese lugar mítico, centro de la religión católica e increíble símbolo del arte de occidente. Tuvimos la oportunidad de pasar una tarde en familia recorriendo este impresionante monumento, subimos a su cúpula mayor y tuvimos una panorámica de Roma como jamás la había visto! Un tour que recomiendo a todos los que tengan oportunidad de visitar la capital italiana.
Lo mejor del centro histórico de Roma es que la puedes caminar prácticamente toda y nunca te cansas de descubrir nuevos rincones con tanta historia. Para hacer un alto en el camino, nada como un buen helado italiano en una heladería tradicional, de esas que parecen como de pueblo y donde te sirven el helado más cremoso y delicioso del mundo!
Y de este entorno clásico me preparo para una de las citas más importantes del año: Roland Garrós. Uno Grand Slam que cuenta con otro entorno de película, la elegante París!