El Torneo de Wimbledon es una experiencia muy importante, es de los torneos más antiguos que se disputa desde 1877. Sus orígenes se remontan a las tradicionales fiestas del jardín de la sociedad inglesa de la época victoriana. Es un torneo con tradición que impone a los asistentes un estricto código de vestimenta.
Tuve mucha emoción en el transcurso del torneo y no sólo por los partidos. Estos días la selección de futbol de Colombia nos dio una gran actuación en el mundial de Brasil 2014. Es un gran equipo, fue impresionante ver a David Ospina defendiendo el marco frente a Uruguay y claro, la genialidad de James Rodríguez en la definición del partido fue espectacular, al punto de tener un llamado para juagar en la liga española, ni más ni menos que con el Real Madrid.
Volviendo a Reino Unido, tuve la oportunidad de pasear un poco por esta increíble ciudad que nunca se agota. Cada barrio tiene un carácter muy diferente, desde la imonente zona monumental frente a Buckinham Palace y sus fabulosos parques, hasta las zonas más alternativas del East End.
En esta ocasión decidí lanzarme a Camden Town, al norte de la ciudad, que se caracteriza por sus pequeñas tiendas de segunda mano, los canales que atraviesan el barrio y muchos locales donde parar a tomar un agradable café. Es una de las estampas más típicas de Londres, pero al mismo tiempo muy auténtica.
Tras mis encuentros con Daniel Gimeno-Traver y Roger Federer, logré la mejor participación que he tenido en Wimbledon. Me voy de Londres con una gran satisfacción por la labor realizada y dispuesto a seguir dándolo todo en Stuttgart.