Que mejor bienvenida para mi primer Grand Slam del año en el Melbourne Park, uno de los mejores complejos de tenis del mundo. Este estadio tan imponente y contemporáneo aloja al torneo que este año cumplió 102 años. Se puede sentir la energía recorriendo los pasillos del complejo, en la sala de los jugadores y de prensa y, por excelencia, en el terreno de las batallas: la cancha.

Tal como esperaba la competencia por el gran premio es  extremadamente intensa, nadie deja oportunidad al contrario. Estar aquí es un gran honor para mí, representar a mi querida Colombia en el máximo circuito del tenis internacional y jugar en Melbourne Park.

Robert Michalski_melbourne_flickr

Te aconsejo, cuando puedas, darte una pasada por este torneo. Es increíble. Y es un honor participar porque todo se conjuga: el calor, aunque a veces es demasiado sobre todo cuando te toca algún partido en el día; la atención y amabilidad de la organización; la sede, Melbourne, una ciudad preciosa, moderna y a la vez con historia.

Me despido de Australia, un país enigmático al que espero volver. Cruzando el pacífico me espera la siguiente estación.  Nos vemos en Chile, la siguiente cancha por visitar en Viña del Mar será de  arcilla, un cambio que demanda algunos ajustes en la táctica y la estrategia, pero la misma disposición competitiva y actitud ganadora.

Texto: Pablo de Narvaez

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