El Brasil Open por primera vez se celebra en São Paulo, probablemente la ciudad más cosmopolita de Brasil y a partir de este año una nueva capital del tenis suramericano. Un gusto llegar a una ciudad tan cálida, arropado por todo el Equipo Colsánitas y dispuesto a aprovechar cada minuto.
Aunque fui eliminado en primera ronda ante al local Thomaz Bellucci, a quien ya había enfrentado un par de veces, la estadía en esta ciudad ha resultado una experiencia increíble, las playas cercanas a la ciudad son realmente hermosas, y contemplar las panorámicas del Atlántico Sur es una experiencia sublime. Tuve oportunidad de disfrutar su rica gastronomía y quedarme en uno de sus mejores hoteles, cuyos servicios y comodidades hacen sentir a cualquiera como un huésped de primera clase.
Algo tiene São Paulo, quizás esa atmósfera vanguardista de ciudad contemporánea, que fue aquí donde decidí estrenar mi nuevo look, el #NeymarStyle, en una especie de homenaje al arte del deporte que hay en Brasil y que encarna el jugador del Barcelona. Así que conseguí el complemento perfecto y el mejor recuerdo que me llevo de esta ciudad: unas magníficas gafas de sol de madera hechas totalmente a mano de forma artesanal. Una pieza única que siempre me recordará este lugar.
Esto es lo bueno de vivir el tenis en todas sus dimensiones, dentro y fuera de la cancha. Es una permanente oportunidad de descubrir nuevas cosas, diferentes formas de pensar y de hacer las cosas. Cada objeto que encuentro en mis viajes me dice algo de ese lugar, su gente y su cultura.
Texto: Pablo de Narvaez