Regreso al Cono Sur, cerca de mi gente tan cálida y pueblo de tantos contrastes. Viña del Mar es hermosa, desde mi habitación se podía apreciar como la urbe de se extiende a lo largo del relieve. Chile es para mí un país de buena fortuna, hace unos años logré llegar a la final del ATP de Santiago 2011, mi mejor registro a este nivel. En un partido muy cerrado, dejé fuera al italiano Potito Starace en la semifinal, y en la final Tommy Robredo me superó 7- 6 en el tercero. Ahora, en el ATP 250 de Viña del Mar 2014, completo una nueva semifinal. Estuve cerca de jugar nuevamente por el título. En este encuentro también, estrené mi nuevo jersey con el escudo de mi país. Que orgullo llevarlo conmigo.
Pero las buenas noticias no acaban aquí. En este torneo conseguí mi victoria número 100 en el circuito a nivel ATP, al ganarle en cuartos de final al español Guillermo García- López. Un digno rival. Un detalle increíble de mi staff fue el pastel que me llevaron a la cancha al terminar el match. Cuál cumpleañero soplé las velas, mírame aquí tan feliz que no tardé en subir la foto a mi perfil de Instagram. Habrá que seguir trabajando duro para llegar más alto.
Llegar a 100 partidos ganados en el circuito ATP 100 me provoca una gran felicidad. Llegar y aguantar un nivel tan competitivo en el mejor circuito internacional me hace sentir muy orgulloso, por mi carrera, mi país y mi gente que día a día me han apoyado a través de este camino. Ahora comparto con Iván Molina y Jairo Velasco, dos leyendas del tenis colombiano, el podio como el tercer jugador en nuestro país en ganar 100 partidos en esta categoría, es un honor.
Otra anécdota que tuve en éste viaje fue que, justamente antes de los partidos de cuartos de final, la Royal Guard Open Chile y mis amigos de TECHO, entre ellos Andrés Salazar, organizaron un espacio en medio del ATP 250 en el que nos invitaron a mí y al jugador chileno Nicolás Jarry, a intervenir con los niños y niñas alumnos del asentamiento Granadillas IV, integrantes de 54 familias de esta zona.
Mi convicción de participar con la asociación TECHO es porque trabaja en países de Latinoamérica y el Caribe en busca de superar la situación de pobreza que viven miles de personas en los asentamientos precarios. Aquí, con mis nuevos amigos, disfrutamos de unos primeros ejercicios de iniciación del tenis con docentes. Y para engalanar la ocasión nos acompañó ni más ni menos que el director del torneo, Jaime Fillol. Continuando de viaje por el Cono Sur, le digo hasta pronto a Chile. Gracias por todo.
Es el turno de visitar Buenos Aires. Allá vamos!
Texto: Pablo de Narvaez