Miami es para mí una ciudad increíble: tiene la belleza del East Coast estadounidense, con sus playas y avenidas costeras que hacen de este lugar un paraíso que nunca descansa. Muchas son las cualidades de la ciudad del Golfo, pero una de las que más me cautiva es el sabor latino que se percibe desde el primer momento en que la comienzas a descubrir, en la playa siempre podrás escuchar el acento cubano, charrúa, mexicano o caleño mientras caminas por aquí.
Durante los días previos al segundo Masters del año tuve una fuerte preparación. Con el equipo, hicimos de Fisher Island nuestro centro de entrenamiento, el lugar es agradable y nos permitió acoplarnos al máximo para poder afinar estrategias y detalles de juego.
El Masters de Miami tuvo grandes momentos, en gran parte me llevo el último partido donde tuve la oportunidad de jugar contra el británico, Andy Murray con el cual he jugado por los torneos de Barcelona, Roland Garros y el masters de Madrid en donde conseguí la victoria. El tenis da nuevas oportunidades y pronto nos volveremos a encontrar.
Al concluir, me preparé para la siguiente estación en Houston, allá me espera la defensa de las semifinales de hace un año y con ello será la el tercer torneo en Estados Unidos. Muchas aventuras y retos esperan adelante, sigamos en camino haciendo frente a lo que venga.
¡Gracias por el apoyo, vamos adelante con toda!