Nottingham es una de esas ciudades que parece que se hubieran detenido en el tiempo. Sus calles parecen sacadas de películas de época y el río que atraviesa la ciudad, le da un aire de nostalgia.
Tuve la oportunidad de caminar por el edificio del ayuntamiento que también se le conoce como Casa de Consejo, un edificio blanco con arcos a la entrada y una cúpula azul. Me pareció muy lindo ver que tiene unas figuras talladas justo arriba de los pilares del edificio que le daba un toque de estilo griego.
También tuve la oportunidad de visitar, aunque de manera muy rápida, el Castillo de Nottingham; una construcción muy famosa sobre todo porque es donde las aventuras de Robin Hood tuvieron lugar. La entrada tiene dos enormes columnas y al centro un arco lleno de motivos labrados.
Tomé un pequeño tour donde explicaban la historia del castillo, los distintos cambios que ha sufrido a lo largo del tiempo y un recorrido por sus alrededores. Sin duda es un lugar que se quedará en mi memoria por su belleza.
El último castillo que visite fue en Wollaton Park, y para darles una pista de por qué ese lugar es tan famoso y tenía que hacer una parada turística, les diré que fue ahí donde se filmaron las últimas películas de Batman: el castillo era la casa de Bruce Wayne.
La emoción fue doble, no solo por la belleza de la construcción sino porque estaba visitando el lugar donde fue filmada una película tan grande como esa.