Hablar de París es difícil. Esta ciudad es donde mi jornada concluye. Después de mi visita a Barcelona y Valencia, la mayor parte del tiempo que estuve en París, me dediqué a entrenar y me encontré con algunos compañeros que también se preparaban para esta última contienda.
París es la última oportunidad para conseguir un boleto con destino a la Masters Cup en Londres donde jugarán los mejores ocho tenistas de la temporada, les deseo a mis compañeros la mejor de las suertes en la última prueba de 2014.
En la temporada de Masters 1000 tuve grandes logros, uno de los más importantes fue el Open de Madrid, donde me enfrenté a Andy Murray. Uno de mis objetivos para 2015 es jugar en el Torneo de los ocho mejores.
Me alegraron mucho los logros en dobles, me divertí bastante haciendo equipo con Pablo Cuevas y llegamos a cuartos de final. Creo que puede ser interesante dedicarle más tiempo al juego en equipo, después de esta experiencia.
Eventualmente con un poco más de tiempo libre, salí a caminar por París, la ciudad luz es hermosa y fría en este tiempo.
Después del torneo, viajé a Bucarest, Rumania en compañía de Sorana: es increíble, la ciudad es bellísima, se le conoce incluso como “el pequeño París”. En Bucarest abundan las bisericas (iglesias), estos lugares cuentan con muchísima historia, aparentan un hermetismo que sirvió como defensa en siglos pasados y, en contraste, son hermosas en su interior.
En mi estancia participé con Sorana en la carrera de disfraces de Rumania que se llevó a cabo en el antiguo centro de Bucarest, fue muy divertido.
Rumania es famosa por las leyendas de vampiros, aunque muchos piensan que Transilvania es el hogar del vampiro más famoso del mundo: el conde Drácula y debo decirles que han vivido en un error.
El escritor Bram Stocker se inspiró en el héroe nacional de Rumania, Vlad III o Vlad Tepes, que en rumano quiere decir Vlad el Empalador, para crear este personaje, quien fue conocido por ser un luchador que defendió el Reino de Valaquia contra la expansión otomana en el siglo XV y también por su peculiar y cruel manera de castigar a sus enemigos.
De esto me enteré cuando visitamos el Castillo de Bran, el cual podría parecer la guarida perfecta para Drácula, sin embargo, nos comentaron que el conde sólo pasó unos cuantos días aquí y en realidad la fortaleza de Vlad III fue el Castillo de Poenari, cuyas ruinas podemos encontrar al norte de Bucarest.
Aunque fue poco el tiempo que pasé en Rumania, me fascinó la ciudad. Es un sitio con mucha magia y misticismo el cual pronto visitaré de nuevo.
El regreso a Colombia
¡Cuánto tiempo sin estar en mi país! Fue un momento increíble volver a ver desde la ventanilla toda la urbe de mi querida Colombia, es bueno volver a casa.
Después de recuperarnos del viaje, fuimos a Subachoque, un pequeño pueblo muy lindo a hora y media de Bogotá. Para llegar ahí pasamos por una carretera panorámica que deja ver las montañas a lo largo del valle. Fue una visita que disfruté mucho en compañía de Sorana y amigos a los que no había visto en mucho tiempo. Momentos como este se quedan conmigo y se convierten en aquellos recuerdos que me ayudan a motivarme mientras estoy lejos de mi país.
Otro gran momento fue la noche de Gala del Tenis, donde mi amigo y mentor, Pipe Berón, fue galardonado como el mejor coach. También el trabajo de Robert Farah y Sebastián Cabal fue reconocido, lo que me causó una gran alegría, ya que el tenis colombiano está creciendo, y poco a poco, está siendo reconocido a nivel mundial. Asimismo agradezco a la Directiva por la mención. Para mí es un gran honor y seguiré trabajando para mejorar.
Seguiremos escribiendo más éxitos y aventuras.
¡Fuerza Colombia!